Muerte en la Mina

Queremos manifestar en primer lugar nuestra solidaridad con las familias de los seis mineros fallecidos, así como con toda la familia minera.

La tragedia en el Pozo Emilio del Valle, de la localidad leonesa de Llombera de Gordón, se ha cebado de nuevo sobre los mineros sumándose al drama de unos trabajadores que vienen luchando contra el desmantelamiento de la minería.

Nunca fue más cierto aquel poema de Nicolás Guillén que cantara Daniel Viglietti:
Me matan si no trabajo,
y si trabajo me matan.
Siempre me matan, me matan, ay,
siempre me matan.

Como recordaba en medio del dolor un viejo minero jubilado “Para ganarse el pan, se han dejado la vida”.

Aún es pronto para saber las causas de esta tragedia y está abierta una investigación que tendrá que responder a muchas interrogantes y a la que sin duda todos los mineros estarán muy atentos.

No podemos por menos que recordar en medio del dolor la indignación que causa recordar la situación de toda la minería, de la lucha minera por evitar el cierre de las minas y la muerte de pueblos enteros. No podemos por menos que recordar la cantidad de mentiras que se dijeron sobre los “privilegiados”. Quien se juega la vida cada día al meterse en las entrañas de la tierra la acaba perdiendo, como en este caso por un salario “privilegiado” de entre 1200 y 1600 euros brutos. No es de extrañar por tanto el rechazo a la visita del Ministro Soria o que la portavoz de la mujeres del Carbón dijera públicamente “que se metan sus condolencias…”

Más que nunca, por los mineros, por sus familias, hay que gritar: ¡la minería no se cierra, la minería se defiende! Rechazamos la hipocresía de un gobierno que no ha escatimado ayuda a los banqueros mientras calumniaba a los mineros y condenaba a la miseria a las cuencas mineras.

Más que nunca defendemos la nacionalización de toda la minería, acabando con el cierre de los pozos.

Más que nunca exigimos una investigación exhaustiva de lo sucedido y exigimos del Gobierno y las autoridades autonómicas y locales el respaldo material a las familias de los mineros fallecidos y accidentados.

Compañeros Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, Roberto Álvarez y José Luis Arias. ¡ Hasta siempre !