Al imparable aumento de la violencia hacia las mujeres le acompaña el alarmante crecimiento del machismo, sobre todo en los lugares más golpeados por la crisis y entre la población más joven. En una encuesta publicada por organismos oficiales en octubre de este año, el 24% de los jóvenes andaluces opinaban que el lugar de la mujer está en la casa y el 50% consideraban que “la mujer aguanta/consiente la violencia”.
Este es el resultado, desde que comenzó la crisis, de haber suprimido hasta la mitad el presupuesto para políticas y leyes por la igualdad. Esta es la consecuencia de la eliminación de la educación por la igualdad en la enseñanza pública, de la falta de campañas de sensibilización en la sociedad y en los medios de comunicación que frenen la desigualdad y la violencia machista, y del desajuste económico y social que está suponiendo la crisis para los sectores más humildes. Las cifras revelan la alarmante situación que estamos viviendo: 40 muertas hasta agosto de 2014, 8 de ellas asesinadas en ese mismo mes, de las que 3 murieron en 3 días consecutivos.
Y ¿cuál es la respuesta del gobierno de Rajoy? Seguir recortando y encubriendo a corruptos y corruptores, que se quedan con el dinero público con total impunidad. Elimina en cuatro años 17 millones del presupuesto para políticas contra la violencia machista, pero no escatima en gastos si hay que regalarselos a Florentino Pérez. Garantiza a toda costa la “seguridad” de los ejecutores de descaradas operaciones de desfalco al dinero público (empezando por la monarquía hasta las concejalías de los ayuntamientos) y no es capaz de garantizar la mínima seguridad a aquellas mujeres que intentan escapar de las manos de su agresor.
CUANDO LA CRISIS SE PAGA CON NUESTRAS VIDAS
Desde el inicio de la crisis las políticas para la protección de las mujeres maltratadas se han sumado a la lista de responsabilidades públicas recortadas. Y de estos recortes no sólo es responsable el gobierno central, las Comunidades Autónomas, todas, y no sólo las gobernadas por el PP, han claudicado priorizando el pago de la deuda creada con los bancos.
El “España va bien” sólo es verdad para el gran capital y su séquito de especuladores. Para la clase trabajadora el panorama es paro masivo, bajos salarios, precariedad, pobreza, desahucios y el robo del futuro a la juventud. Y para nosotras, las mujeres trabajadoras, mayor desprotección y vulnerabilidad ante el machismo y la violencia.
La falta de recursos económicos y la sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidados no dejan escapar a la inmensa mayoría de las víctimas de su terrible situación. Por eso, aunque los expertos afirmen que no hay un perfil único de mujer maltratada, son las mujeres de la clase trabajadora, jóvenes, inmigrantes y desempleadas las que engrosan la lista de asesinadas. La mayoría de ellas sin denuncia previa.
Si a todo esto le sumamos además el recorte en ayudas al desempleo, educación, sanidad, y atención de personas dependientes, la ecuación tiene como resultado, la muerte de decenas de mujeres (casi 50, en lo que va de año). Mujeres que, sin ánimo de exagerar, están pagando esta crisis con sus vidas.
El 25 N debe ser un día de lucha y de combate de toda la clase obrera, y no sólo para “las reivindicaciones feministas”. Las recientes movilizaciones por la retirada de la reforma del aborto son el ejemplo a seguir y la muestra de que la lucha sirve y es el único camino. Porque el machismo sólo beneficia a la burguesía, ayudándole a explotarnos aún más. Las organizaciones de la clase obrera debemos ponernos a la cabeza en esta pelea por acabar con la desigualdad y la explotación que nos llevan a la miseria.
Participa con las compañeras/os de Cobas, que nos sumamos a las movilizaciones contra la violencia hacia las mujeres para exigir:
- Recursos suficientes y eficaces para la ayuda a mujeres agredidas.
- Inversión pública en planes de prevención y educación contra la violencia machista.
- Garantía de empleo para las mujeres maltratadas y subsidio de desempleo mientras se les proporciona.
- No a la reforma laboral. No a la precariedad laboral ni a los ERES y ERTES fraudulentos, que nos hacen más vulnerables.
- No a los recortes en la Ley de Dependencia que nos responsabiliza del cuidado de ancianos y personas con discapacidad.
- Educación, sanidad, transporte y servicios públicos de calidad. ¡No a las privatizaciones! Por un parque público de viviendas en alquiler social.
- Prisión para especuladores y corruptos. Que devuelvan todo lo robado. Que el dinero para el rescate a los bancos se invierta en seguridad y atención a las víctimas de violencia machista.
co.bas C/ Moratines nº 22 – escalera 1ª, 1º-B www.cobas.es cobasmadrid@gmail.com Tel. 915 277 406
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