Prácticamente todas las personas que componemos la plantilla del grupo Eviden hemos pasado en una o mas ocasiones por proyectos que en el mejor de los casos no han producido beneficios, que fueron ruinosos, o que produjeron perdidas y por lo tanto, como solución a esta mala gestión se intentara ahorrar costes a base de presionar a las personas que componían el equipo del proyecto.
Rara vez se buscan responsabilidades a quienes venden nuestros servicios a bajo coste, dimensionan mal los proyectos o gestionan dichas ventas como si en lugar de tratarse de proyectos parece que esté vendiendo legumbres al peso. Es decir, y por darle un toque de humor, en algunos casos parece que se venden garbanzos en lugar de proyectos de tecnología.
Para esas ventas y como decíamos, intentando darle un toque humorístico, a algo muy muy serio y preocupante, hemos creado un pequeño decálogo, esperando que así se entienda que no se pueden vender proyectos al peso.
- Los garbanzos son esas maravillosas legumbres con las que se hace el cocido, y un proyecto o servicio de Eviden es la vía de crear beneficios para Eviden, para todas las personas que forman parte de la organización.
- Un proyecto o servicio de Eviden no es un plato de cocido.
- Los proyectos se estiman y se venden en horas o en jornadas de trabajo. En ningún caso en garbanzos, ya sea en número o en peso.
- Hay quien confunde los objetivos de Eviden con un plato de cocido, aprovechando los garbanzos sobrantes para su consumo, disfrute e interés personal.
- Hay quien confunde a las personas con garbanzos.
- Los proyectos los ejecutan personas, no bolsas de garbanzos.
- Los responsables de los proyectos son gestores y/o supervisores, pero en ningún caso deberían ser vendedores de garbanzos al peso.
- Levanta la mano y quéjate cuando detectes que alguien confunde su trabajo de gestión con contar garbanzos en su propio beneficio personal.
- Garbanzo machacado o quemado = garbanzo que resta valor al cocido.
- ¡Vivan los garbanzos! Pero jamás permitas que te traten como si fueras uno. Va en contra de tus propios derechos e intereses, en contra de tus compañeros, en contra de nuestros clientes y en contra de la propia empresa.
Desde COBAS queremos evitar las malas prácticas en la venta, planificación y ejecución de los proyectos.
La empresa debería ser la primera interesada en no fomentar estas prácticas, que van en detrimento de su imagen, y buen nombre, y lo más importante, de la salud de la plantilla, aunque hasta ahora no ha demostrado que le preocupe ni que lo persiga.
Ayúdanos a detectar estas malas prácticas y pídenos ayuda de la forma que tú quieras. No somos garbanzos y ningún supervisor nos debe tratar como tales.