El Estanque

Cuando se remodeló el edificio el año pasado, una de las bonitas ideas, fue la de hacer un ¿Estanque? ¿Fuente? como queramos llamarlo, en el comedor de Albarracín 25 que estaba situado en un rincón, y rodeado de una valla de unos veinte centímetros.

Tanto los delegados de prevención, como el departamento de prevención de Atos lo valoramos como peligroso, dado que podía producirse un accidente por una caída.

A pesar de ello, la empresa, ignoró dicha valoración y el resultado ha sido que una persona tropezó con la valla, cayó de espaldas y se golpeó la cabeza. Por suerte no ha sido grave, pero si un buen susto.

Finalmente, la solución ha sido quitar la valla, tapar de nuevo la fuente y enterrar el “bonito estanque”, es decir, seguir las indicaciones del equipo de prevención, pero meses después, tras un accidente y con el consiguiente gasto que ha supuesto poner y quitar “el estanque”.

Una vez más, dinero tirado, ahora nos preguntamos, siguiendo esta lógica, cuanto va a durar la aclamada Sala Wellbeing de la tercera planta de Albarracín, que básicamente se usa para hablar por teléfono. ¿Cuánto dinero más se va a tirar por el desagüe mientras no quieren pagar ni lo más básico a la plantilla?

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