8M Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

El pasado 27 de febrero, la Sección Sindical de COBAS en Atos Spain participó en una asamblea organizada por nuestro sindicato para preparar el día 8M.

Este año, COBAS quiere hacer un homenaje y agradecimiento especial a “las que lucharon”, enfatizando también el apoyo a las que luchan por unos salarios, condiciones de vida y empleo dignos, en medio de las campañas racistas y xenófobas contra la inmigración, o de sentencias y actitudes infames de la judicatura.

Entre los temas tratados en dicha asamblea se dio voz a una de las abogadas que asesoran a mujeres víctimas de agresiones sexuales. Compartió con las personas asistente las vivencias a las que cada día se debe enfrentar en los juzgados y que sufren las víctimas que deciden denunciar, indicando, como dato increíble, que su trabajo principal, lejos de centrarse en los temas legales, es preparar a las víctimas para lo que se van a enfrentar y van a sufrir en el juzgado.

Por poner un claro ejemplo, nos recordó las imágenes que se han publicado en los medios de comunicación sobre el caso Errejón, donde el juez cuestionaba de manera reiterada a la víctima. O, como el caso de abusos sexuales, donde la mujer, victima, terminó siendo condenada por la sociedad, tal fue el caso de Nevenka Fernández y el alcalde de Ponferrada, cuyo acoso mediático fue tan grande que, a pesar de ganar la batalla judicial, la víctima tuvo que huir del país y trasladar su residencia a Reino Unido, mientras que el acosador permaneció en Ponferrada y se volvió a presentar a las elecciones con un partido independiente con el que logró cinco concejales.

Además de estos y otros casos, nos compartió las carencias que tiene el sistema judicial, y nos explicó la falta más que evidente de formación de los jueces y de las juezas, y también nos hizo partícipes de la “anécdota”, donde se rumoreaba que, aún a día de hoy, trabajar en un juzgado de violencia machista resulta ser el “castigo” para la judicatura. Si esto es así, desde luego es más fácil de entender la falta de interés de algunos jueces y algunas juezas, y que, lamentablemente, puede provocar que terminen en ocasiones con el asesinato de la víctima por no tomar las medidas necesarias para protegerla a tiempo, como ha sucedido hace apenas unos días.

Vivimos en una sociedad donde, aún a día de hoy, a la víctima se le exige un comportamiento ejemplar: debe denunciar enseguida, si no, es cuestionada; debe ser tratada por un servicio de psicología, aunque no tenga dinero para pagarlo o simplemente no esté preparada para hacerlo, si no, se cuestiona si es cierta o no la denuncia por la agresión; igualmente, se cuestiona la veracidad de la agresión si hace su vida normal, sale con sus amistades y se divierte; por no hablar de cómo se la juzga, en base a si se ha resistido “suficientemente” (según el criterio del juez) durante la agresión. Y, por desgracia, hay organizaciones y personajes políticos que siguen negando que el maltrato hacia la mujer, por el hecho de ser mujer, es una realidad aplastante. Cero empatía, cero sensibilidad, menos protección.

Con este panorama que viven las mujeres, las desigualdades laborales y sociales, volvemos a aclarar que el día 8 de marzo no es un día festivo, ni de celebración, sino un día de reivindicación y lucha. No somos iguales, ni queremos serlo, pero sí queremos que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres, que puedan caminar por la noche sin miedos, y que dejen de ser juzgadas cuando las agreden. No son un objeto de la sociedad, sino que forman parte de ella.

Nos gustaría compartiros el comunicado que el sindicato COBAS ha sacado con motivo del 8 de marzo, y os invitamos a asistir a las manifestaciones que se harán en los distintos territorios porque, solo unidos, hombres y mujeres, lograremos una igualdad real.

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