El pasado 3 de abril recibíamos varios correos de conmemoración de nuestro “primer aniversario”, entre ellos, tanto de nuestra CEO Pilar Torres, como de Carlo d’Asaro Biondo, recién estrenado Director de Operaciones del Grupo y Director de Eviden.
Nos vuelve a dejar bastante sorprendidos como en un año hemos cambiado el discurso. Desde el inicio del proceso de “separación” de empresas, se nos dejó bastante claro que, aunque al principio trabajaríamos aún como una única empresa, seríamos:
“Dos compañías distintas para asegurar un futuro sostenible”
Así nos lo presentaron en cada una de las reuniones a las que fuimos convocadas todas las personas trabajadoras del Grupo Atos. También nos hablaron de dos grandes hitos:
Soft Spin: desde marzo de 2023, fecha en la que seríamos incorporados a nuestra nueva entidad, comenzaríamos a trabajar como tal, con el nuevo modelo organizativo, pero siendo aún de Atos.
Hard Spin – Go live: desde primeros de julio de 2023, que ya trabajaríamos en la nueva organización, con el nuevo “nombre de marca”, y ya seríamos dos empresas separadas, que operarían de manera independiente.
Esto implicaba la creación de dos comités de dirección, es decir, duplicar los CEO´s, las direcciones de RRHH, etc. Dos estructuras distintas para dos empresas distintas. No vamos a especular con el coste en salarios de esta duplicidad, de las obras de separación de edificios, de los carteles, publicidad etc.
Poco a poco, el globo se ha ido desinflando a medida que los movimientos y planes de venta han ido fracasando.
Y justo, en el aniversario de esta supuesta separación que nunca ha sido efectiva, nos informan, como regalo de cumpleaños, de que han nombrado un nuevo cargo para controlar que los avances comerciales no provoquen que nos pisemos las ventas entre Eviden y Tech Fundation, e insisten en que nunca nos hemos separado y que seguiremos con marcas distintas, pero seguimos siendo “una grande y única”.
Poco más se puede decir. Nos vendieron una separación que nunca se hizo, y que ahora quieren hacernos creer que nunca existió.
Se os olvida que, en nombre de esa separación, muchos compañeros han cambiado de empresa «efectiva», y eso lo acetaron porque se iba a dividir la empresa ¿y si la división fue maquinada para poder cambiar de empresa a esas personas, y así cuando se meta el hacha (ERE, ERTE, MSCT ..,) no afecte a los contratos públicos de la otra empresa? Porque parece extraño que AIRBUS ni siquiera haya llegado a hacer una oferta, ¿de verdad querían comprar BDS o era una ilusión que nos vendieron nuestros jefes para poder tener una excusa y hacer lo que quisieran con la plantilla? Creo que esta gente juega con dos o tres jugadas de anticipación, mientras que nosotros vamos a lo inmediato, sueldo y poco más.
Si, como dice el compañero, a los que les ha cambiado el contrato por el cambio de compañía, no sé si les han metido el gol por la escuadra…