Los objetivos poco objetivos de Atos

Estamos en las fechas en las que nuestros Line Manager (a los que en ocasiones ni siquiera conocemos) nos contactan para pedirnos que firmemos los objetivos del H2.

En un mundo ideal y tal como así lo indican los comunicados que nos envía RRHH, deberíamos reunirnos con quien debe evaluarnos, acordar los objetivos a realizar o los resultados de los objetivos realizados, y una vez debatido sobre ello, firmarlos de común acuerdo.

Esto haría que la planificación de objetivos y su posterior evaluación sirviera para mejorar y crecer profesionalmente, para saber qué se espera de nuestro trabajo, e incluso para poder trasladar nuestras inquietudes profesionales. Pero esto se aleja totalmente de lo que ocurre en realidad.

En primer lugar, es totalmente imposible que una única persona pueda evaluar a cientos de trabajadores y trabajadoras a su cargo (cosa que ocurre habitualmente en la empresa), y que además esta evaluación se haga de manera objetiva y con conocimiento de nuestra trayectoria profesional para nuestros objetivos sean acordes con su desempeño. Y desde luego, planificar una “entrevista personal” para realizar la evaluación de tantas personas se hace del todo imposible.

Por otro lado, si el manager que “nos ha tocado” ni siquiera nos conoce, ¿cómo es posible que nos ponga esos objetivos que llaman “SMART” (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y delimitados en el tiempo)? Que según la empresa, “esto asegurará que los objetivos individuales estén alineados con el puesto de la persona y con los objetivos estratégicos de la compañía”.

Si la persona que nos tiene que evaluar no nos conoce, no sabe qué trabajo hacemos, no tiene tiempo de reunirse con las personas a evaluar, ¿Cómo se asegura que los objetivos están alineados con el “puesto de la persona” tal como dice la empresa?

Todo este despropósito genera que algunos evaluadores se “vengan arriba” y decidan ponernos objetivos “subrealistas” o que ni siquiera incluyan en nuestra evaluación objetivos que tengan que ver realmente con el trabajo que realizamos.

Hemos conocido hace unos días como dentro de las evaluaciones, a algunas personas les intentan “colar” objetivos inalcanzables, y si no revisamos con detenimientos nuestra evaluación y firmamos cualquier cosa, podemos encontrarnos que, pasado algún tiempo, nos puedan despedir por su incumplimiento.

Te ponemos ejemplo de objetivos que te recomendamos no aceptes:

• Si no te dedicas a la venta de nuestros servicios, no te pueden pedir que seas tu quien consiga un acuerdo con tu cliente para ampliar el negocio de Atos.
• Tampoco pueden pedirte en los objetivos que consigas una certificación si la empresa no va a poner los medios y el tiempo suficiente para que puedas certificarte.
• Obviamente, si estás sin proyecto, no debes aceptar que te exijan en uno de los objetivos que seas tú quien tenga que buscarte un cliente donde trabajar. Ese debe ser el objetivo de nuestro Line Manager o de RRHH, pero desde luego, no depende de nosotros.
• Menos aún podemos aceptar que nos exijan permanecer en un nuevo proyecto durante un tiempo determinado, de todos es sabido como a veces nos intentan “colocar” en proyectos sin que tengamos los conocimientos necesarios para realizar nuestro trabajo correctamente, por lo que aceptar este objetivo nos puede llevar en poco tiempo a que nuestro despido sea justificado.

Con todo esto queremos hacer dos llamadas de atención:

• Para la dirección: Nos gustaría que alguien de la dirección se tomara la molestia de analizar para qué sirve el sistema actual de evaluación de los trabajadores y trabajadoras de Atos y se pregunten si de verdad este sistema “asegurará que los objetivos individuales estén alineados con el puesto de la persona y con los objetivos estratégicos de la compañía”
• Para las personas que tenemos que ser evaluadas: Ojo con la evaluación que firmas, si no estás conforme con alguno de los objetivos que te han puesto, habla con tu evaluador para que lo modifique, y si no lo hace, firma como no conforme dichos objetivos, añade en las notas los detalles de tu disconformidad y guarda una copia de estos a buen recaudo.