Hace unas semanas, la empresa se tomaba la molestia de regalarnos una guía muy interesante para superar el síndrome post vacacional. Según se indica en dicha guía, los síntomas son los siguientes:
- Apatía y desmotivación
- Nostalgia
- Tensión y ansiedad
- Fatiga y malestar general
- Insomnio
No podemos estar más de acuerdo en ello, sin embargo, si paseamos e intercambiamos un rato de conversación con nuestras compañeras y compañeros de Atos, o bien el síndrome post vacacional se lleva alargando varios años, o es que a la empresa se le ha olvidado como tratar a la plantilla y gestiona mal sus recursos humanos, por lo que el síndrome post vacacional se ha hecho crónico.
- Apatía y desmotivación: En una empresa donde nos absorben el salario y la gran mayoría de la plantilla llevamos años sin ver un euro de subida, donde de todo se exige y poco se agradece, donde se manipulan los resultados de nuestras evaluaciones para mantener la “campana de gauss”, y donde vemos cómo los mismos errores de gestión están acabando con muchos de los proyectos donde hemos estado años trabajando, es muy difícil no desmotivarse o sentir apatía.
Da la sensación de que se preocupan más de publicar fotos de cuatro personas sonriendo para hacer el paripé que de cómo se sienten realmente las personas.
- Nostalgia: Por desgracia, quienes llevamos años trabajando en el grupo Atos pensamos que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, nuestros directivos y directivas cada día están más en su nube, y cada vez más lejos de la realidad de la plantilla.
- Tensión y ansiedad: Por mucho que durante estos últimos años hayan pensado que nos la estaban colando con carísimas reorganizaciones (organigramas con distintas cajas con los mismos nombres y la misma mala gestión) y, con decisiones catastróficas para la salud económica de la empresa, lo cierto es que, las personas que trabajamos en Atos, adultas, debidamente preparados y una gran experiencia, vemos cómo se cierne sobre nuestra cabeza la espada de Damocles, es imposible eliminar tensión y ansiedad con tanta incertidumbre y noticias de planes que nunca se consiguen.
Y la dirección de Atos en España es consciente cuando se ha negado a hacer este año 2024 un estudio de riesgos psicosociales a la plantilla.
- Fatiga y malestar general: Tanta tensión y ansiedad continuada no puede generar otra cosa que un malestar continuado, agotamiento de pensar que será de Atos a pesar de nuestros esfuerzos por seguir adelante y darlo todo para nada.
- Insomnio: Tras los puntos anteriores, es imposible que, alguien consciente de lo que se está haciendo con la compañía pueda dormir tranquilamente.
Una vez analizados los síntomas del “síndrome post vacacional”, sin ser médicos, creemos poder afirmar que este síndrome es ya crónico en la empresa y, o nuestra nueva CEO viene con ideas innovadoras, es consciente realmente de que el valor añadido de la empresa somos quienes trabajamos en ella, y consigue que el comité de dirección, junto con RRHH nos respete, o esta enfermedad crónica no tiene cura.