Trabajar cuando no se está bien física o mentalmente se llama “presentismo laboral” y se está volviendo, por desgracia, cada vez más común.
Una investigación realizada por el Instituto de Estudios de Empleo del Reino Unido encontró que la cultura empresarial es una de las principales causas del presentismo. Las personas que saben o, en algunos casos creen erróneamente que en su ausencia sus compañeros deberán realizar su trabajo, tienen más probabilidades de trabajar cuando están enfermos.
Las personas que lideran equipos y que dan el mal ejemplo de trabajar cuando están enfermos, fomentan comportamientos similares en sus equipos. Además, suelen generar en las personas bajo su mando una falsa sensación de compañerismo mal entendido, haciendo creer a estas personas que estando de baja están perjudicando a sus compañeros y compañeras, cuando en realidad es todo lo contrario. Si esa persona no ejerce su derecho consigue dos cosas:
- Dar lugar a que el resto de las personas en una misma situación sean presionadas para que se comporten de la misma forma.
- Según cual sea la enfermedad, puede contagiar al resto del equipo.
La inseguridad laboral también es un factor importante, en especial cuando para las personas responsables de la empresa, el presencialismo es una señal de compromiso y nos hace pensar que la falta al trabajo puede ser negativa para la valoración en el mismo.
Pero, aunque para mucha gente parezca que esto te hace mejor persona trabajadora, puede que te conviertas en el enemigo público número uno entre tus colegas, ya que no es nada agradable el sonido de tos seca en la mesa de al lado, ni las reuniones de equipo con alguien que se suena la nariz a cada rato. Sin contar con que si contagias tu estado al resto de personas y haces que la situación sea mucho peor, este presentismo no solo es malo para la persona enferma, sino para para la propia empresa.
Para empeorar el asunto, desde la aparición del teletrabajo, el “presentismo laboral” se hace mas común, ya que puedes estar aislado con tu enfermedad y no “molestar” al resto de personas, con lo que quedas bien con tu empresa y, además no “perjudicas” al equipo (salvo como hemos dicho antes, porque renunciar a un derecho no ayuda a nadie, todo lo contrario).
De cara a la empresa, además, el perjuicio es bastante claro, aunque trabajes desde casa, ya que diversas investigaciones recientes señalan que el desempeño será bajo, es más probable que se cometan errores y la persona enferma va a estar menos alerta, con los consiguientes problemas para todo el proyecto. De cualquier manera, eso no parece que lo tenga en cuenta Atos, ya que en estos casos no sólo no le supone un problema que la persona teletrabaje los días que haga falta, sino que lo fomenta. En resumen, da igual la enfermedad que tengas, sea un resfriado, un esguince o lo que sea. Si estás enfermo o enferma, debes acudir a tu profesional de la salud, que será quien decida si puedes o no trabajar y, si no estás en condiciones quédate en casa, apaga tu equipo y dedícate a recuperarte, no te dejes llevar por falsas llamadas a la responsabilidad y el compromiso. Tu responsabilidad y compromiso es contigo, y que te recuperes bien es lo más importante. No olvides que para la empresa eres un número más, una cifra de productividad y no va a tener ninguna consideración con todas tus “buenas acciones” si le viene bien despedirte.
totalmente cierto
Estoy de acuerdo con eso, en los mundos de yupi. Pero resulta que hay por ahí un artículo en el estatuto de los trabajadores (52) que si acumulas un porcentaje de bajas cortas «de menos de 20 días» bien 20% en dos meses consecutivos, 25% en 4 meses no seguidos y si en los doce meses anteriores el total es del 5% (consúltenlo por si no lo he dicho bien del todo), te echan a la calle sin un duro, con una mano delante y otra detrás. Y para un joven de 25 o 30 tacos, pues le da un poco igual porque no se ponen casi enfermos, pero a los carcas, que cuando no tenemos una cosa, tenemos otra, pues nos toca disimular cuando estamos malos, intentar recuperarnos los fines de semana o vacaciones, pedir citas médicas en días libres, etc. Y os aseguro que no lo hacemos por la empresa, o por emular al jefe, es por miedo a que nos echen de una patada, así que no omitáis información, las cosas nunca son tan sencillas ni son blancas o negras.
Gracias por tu comentario. Nos gustaría aclararte varias cosas con relación al artículo 52.D.
Por un lado, este artículo del que hablas, que, al amparo del absentismo, permitía el despido justificado como despido objetivo y que conllevaba el abono de una indemnización de veinte días por año con un máximo de una anualidad, fue derogado el 19 de febrero de 2020, puedes consultarlo en el Real Decreto Ley 4/2020 de 18 de febrero.
Esto significa que, la empresa si te podía despedir, pero conllevaba una indemnización, no es cierto, como dices, que te fueras “sin un duro”.
En cualquier caso, como te decimos, fue derogado en febrero de 2020 y por lo tanto, la empresa no puede despedirte por esta causa sin abonarte la indemnización por despido correspondiente.
Por otro lado, aclararte también, que, en nuestro país, el despido es libre, la empresa puede alegar cualquier motivo para mandarte a la calle, y así lo hace continuamente desde hace años. Les da igual si una semana antes ha trabajado día y noche para hacer una entrega urgente o si te has quedado de sol a sol trabajando durante toda tu vida laboral, somos una cifra y si no les cuadra, a esta dirección no le tiembla el pulso para despedirnos. Por lo que, si estamos enfermos y seguimos trabajando, nadie nos lo va a agradecer, al contrario, estamos creando un precedente que va en contra de nuestros compañeros y compañeras y de nosotros mismos.
Ahora bien, y como venimos diciendo en distintos artículos de nuestro blog, existen los medios para defender nuestros derechos en caso de despido y reclamar la indemnización que nos corresponde, la empresa juega con el miedo que tenemos, y de ello se aprovecha. La única cosa que podemos y debemos hacer, es defendernos y proteger nuestros derechos. La baja por enfermedad es uno de ellos.