Cómo ya hemos ido informando, la empresa, ha abierto un proceso de negociación para un acuerdo de “armonización de condiciones”.
Durante estos dos meses, la empresa ha ido presentando, separados por bloques, los aspectos de:
- Horario y jornada (jornada máxima anual, jornada intensiva, horarios, etc.)
- Guardias, disponibilidades y turnos.
- Beneficios sociales (seguros médicos, ayuda comida, cesta de navidad, planes de pensiones, anticipos, seguro de vida, etc.).
- Y una tabla anexa con los teóricos importes para cada situación de compensación (turnos, disponibilidades, guardias, etc.).
Es decir, no tener que renegociar los textos ya acordados sino solo la actualización de las cantidades, cuando proceda.
- Y la inclusión de los demás acuerdos ya existentes como, teletrabajo, compensación por pérdida de jornada intensiva, Plan de Igualdad, Protocolos de LGTB y Acoso, Formación, etc.
La empresa insiste en que no puede asumir los costes de extender las mejores condiciones de todos los colectivos y trasladarlas a toda la plantilla.
Hay que tener en cuenta qué dentro de una misma empresa de procedencia, cada persona puede tener criterios diferentes sobre un mismo beneficio. Por ejemplo, alguien puede necesitar la ayuda de comida y otra prefiera traerse el túper. Si a esto le sumamos los distintos colectivos de las distintas empresas de procedencia… es bastante complicado contentar a todo el mundo.
Al final de la negociación, habrá que hacer balance de lo que se gana y lo que se pierde, para ver si es factible firmarlo o quedarnos con las condiciones actuales, aunque esto implique dobles raseros, plantilla con condiciones buenas y plantilla a convenio “pelao”.
En COBAS, siempre hemos enfocado este proceso de armonización con la intención de igualar las condiciones de la plantilla, favoreciendo a la mayor parte y evitando que en el mismo proyecto sigamos teniendo personas con distintas condiciones.
